
16 Jun ¿CÓMO CREAR EL HÁBITO DE SALIR A CORRER?
SEGURO QUE CONOCES A PERSONAS QUE HAN EMPEZADO A CORRER, TAL VEZ VOS MISMO, MUY ILUSIONADOS, Y AL POCO TIEMPO YA HABÍAN DEJADO DE HACERLO, YA NO ENTRENABAN.
Estoy convencido que no es que hayan cambiado de opinión respecto del running y piensen que correr ya no les trae el beneficio físico y mental que las publicaciones y los deportistas manifiestan.
La clave de esto que le sucede a mucha gente, y en este período de pandemia lo observo mucho más, es que no se ha logrado crear el hábito de entrenamiento, la adherencia al entrenamiento. El resto de las responsabilidades, como las obligaciones laborales, familiares y sociales les ocupó todo su tiempo y dejaron tal vez lo que más beneficios les trae.
La “Clave” para crear un hábito de entrenamiento
Luego de haber entrenado, seguramente te habrás sentido que al finalizar te sentiste mucho mejor. Has segregado varios neurotransmisores (Dopamina, Serotonina, Endorfina y Oxitocina) muy beneficiosos para sentirte feliz, mejorar tu estado anímico, estar de buen humor, estar activado, con más energía y vas percibiendo que poco a poco mejora tu estado físico. Este proceso, y sus beneficios, queda grabado en nuestro cerebro, se produce un “Anclaje”, como diría la PNL o un “Marcador Somático” como lo haría la Neurociencia.
Por esta razón, cuando veas algo relacionado con correr, como por ejemplo tu remera favorita o tus zapatillas, tu cerebro las relacionará con esos beneficios o recompensas que quedaron grabadas en tu cerebro y esto estará haciendo que tengas ganas de salir a correr, ya tu cerebro tendrá una elevación de la dopamina anticipando el resultado, dado que entiende que hay una recompensa. Este sería el empujón inicial para realizar la acción y obtener tu recompensa, ese sentimiento de felicidad, bienestar, salud y mejor estado físico.
“La acción crea la motivación”
Siempre tendremos excusas para evitar el entrenamiento…Y esto es así, dado que la dificultad de todo esto se debe a que el hábito todavía no está creado, es allí cuando deberemos anteponer la “acción a la motivación” nos ponemos las zapatillas y salimos a correr. A medida que repetimos esta acción (sin motivación) y una vez que está construido el hábito, a través de la creación de rutinas (estableciendo día y hora de entrenamiento), no habrá esfuerzo, el cerebro lo interiorizará y todo fluirá. Por tal razón los corredores que llevan años siguiendo una rutina de entrenamiento no faltan casi nunca, dado que se creó un automatismo.
Cuando consigas crear ese hábito de salir a correr determinados días y en el horario fijado, con un plan, habrás construido en tu cerebro el motor para entrenar regularmente y sin pensarlo, ni buscando escusas para no hacerlo.
Al principio puede ser que te cueste un poco, pero cuando lo logres ya no pondrás la excusa: “No tengo tiempo…” y serás imparable.
A FULL…!!!
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